Descubre cómo el modelo de coordinación BIM integra submodelos de diversas disciplinas, como arquitectura, estructuras e instalaciones, cada uno con detalles específicos y cálculos precisos. Esta sinergia permite una colaboración eficaz entre todos los stakeholders, garantizando la compatibilidad entre diferentes softwares y enfocándose en metodologías y procesos para el éxito del proyecto. Lee más para entender la profundidad y la complejidad de la coordinación BIM y cómo facilita la gestión integral del proyecto.


El modelo de coordinación BIM es una composición integral que reúne submodelos de diferentes disciplinas, cada uno contribuyendo con información específica y detallada para la construcción y gestión de un proyecto. Esta metodología permite una colaboración interdisciplinaria y un nivel de detalle sin precedentes en la industria de la construcción.

  1. Submodelo de Arquitectura: Incluye todos los componentes arquitectónicos como muros, puertas, ventanas, escaleras, además de detalles de fachadas, despieces y acabados. Este submodelo sirve como la base sobre la cual se integran los demás submodelos, asegurando que todos los aspectos del diseño arquitectónico se alineen con los requisitos estructurales y de instalaciones.
  2. Submodelo Estructural: Contiene elementos estructurales como columnas, vigas, losas y cimentaciones. Además, incluye análisis estructural y memorias de cálculo, proporcionando una comprensión clara de la resistencia, estabilidad y seguridad del edificio.
  3. Submodelo de Instalaciones: Agrupa los modelos de todas las instalaciones de la edificación, incluyendo sistemas como calefacción, ventilación, aire acondicionado, sanitarios, eléctricos y de gas. También integra componentes de arquitectura sostenible y sistemas de reducción del impacto ambiental, junto con sus respectivas memorias de cálculo.

Estos submodelos, junto con otros como el submodelo de topografía y el submodelo urbano, interactúan dentro del modelo de coordinación BIM, permitiendo la detección de interferencias, la optimización de diseños y la mejora en la toma de decisiones. La interacción entre estos submodelos asegura que todos los aspectos del proyecto estén alineados y coordinados, evitando errores y discrepancias durante la construcción.

Es crucial que este modelo de coordinación esté disponible y sea accesible para todos los interesados en el proyecto, facilitando la revisión, el aporte y la actualización constante de la información. La compatibilidad entre diferentes plataformas de software utilizadas por cada especialidad es fundamental, lo que subraya la importancia de adherirse a estándares y protocolos comunes en lugar de depender exclusivamente de herramientas específicas.

Este enfoque centrado en la metodología y los procesos permite a los equipos de proyecto superar los desafíos de la interoperabilidad y trabajar de manera cohesiva hacia el objetivo común de completar el proyecto de manera eficiente, dentro del presupuesto y el cronograma establecidos, al tiempo que se cumplen o superan los estándares de calidad y rendimiento.